Gestionar la frustración es uno de los temas que me habéis propuesto para trabajar este año en RetoMontessori, así que en el RetoMontessori de Mayo 2019 vamos a ver ideas para trabajar la tolerancia a la frustración, que nos van a servir para nuestros hijos pero por supuesto también para nosotros!
Si te animas a unirte para trabajar este tema más a fondo te espero el viernes 3 de Mayo en el webinar, puedes unirte aquí.
Por si no sabes en qué consiste RetoMontessori te cuento: Cada mes publico un post sobre un tema de filosofía Montessori o relacionado con la pedagogía Montessori, que será el tema que trabajaremos durante ese mes en RetoMontessori. Este post está en el blog a disposición de todo el mundo. Tres días después del post, es decir, el viernes de esa misma semana, expongo el tema con más detalle en un webinar y los asistentes pueden participar planteando preguntas, compartiendo sus ideas, debatiendo, etc, algo que resulta muy interesante y enriquecedor! Para asistir a estos webinars mensuales es necesario unirse a RetoMontessori, aquí te explico cómo hacerlo.
No quiero enrollarme más sobre el funcionamiento de RetoMontessori para no extenderme mucho, pero si tienes cualquier duda ya sabes que puedes dejarme un comentario al final de este post o contactarme por email.
Después de esta intro, vamos al tema:
¿Qué es la tolerancia a la frustración?
Lo primero es tener claro qué es la frustración; la frustración es una vivencia emocional que se presenta cuando un deseo, un objetivo o una necesidad no se llega a satisfacer o a cumplir. Se trata de un estado transitorio que cada persona afronta de manera diferente.
La tolerancia a la frustración es la actitud que nos permite ser capaces de afrontar los problemas e inconvenientes, y es algo que podemos trabajar y desarrollar.
Las personas adultas también nos frustramos, pero l@s niñ@s, especialmente antes de los 6 años, suelen frustrarse con más facilidad por varios motivos:
- Todavía no han desarrollado su capacidad de empatía y les resulta difícil entender los deseos y necesidades de los demás. Entienden que sus deseos y necesidades son los únicos que hay que atender.
- El concepto del tiempo todavía les resulta algo abstracto, viven intensamente el momento presente, lo que hace que les cueste más esperar o tener paciencia.
¿Cómo trabajar la tolerancia a la frustración?
Considero que para ayudar a nuestr@s hij@s a gestionar su frustración tenemos que hacerlo en dos frentes: a nivel emocional y a nivel resolutivo.
A nivel emocional es importante que entiendan que frustrarse es normal, que nos pasa a todas las personas, pero que, al igual que ocurre con emociones como el enfado o la tristeza, podemos decidir cómo reaccionar y cómo comportarnos cuando nos sentimos así. Algunas ideas para que aprendan a gestionar la frustración a nivel emocional:
- Ayudarles a identificar la frustración y las sensaciones físicas que la acompañan.
- Mostrarles cómo expresar la frustración con palabras y no de forma agresiva.
- Enseñarles técnicas de relajación que les ayuden a tolerar la frustración cuando aparece.
A nivel resolutivo podemos ayudarles a tolerar la frustración de varias maneras:
- Con nuestro ejemplo. Ya sabemos que nuestr@s hij@s se fijan más en lo que hacemos que en lo que decimos. Así que tener una actitud positiva ante las adversidades y mostrar cómo gestionamos nuestra propia frustración es la mejor manera de que tengan un buen modelo a seguir.
- Permitir la frustración. Si intentamos evitar a nuest@s hij@s cualquier frustración les estamos privando de la oportunidad de trabajar su tolerancia a la frustración.
- Ver la frustración y los errores como aprendizaje. También es importante que entiendan que aunque nos esforcemos no siempre vamos a conseguir lo que queremos, y que en esas ocasiones lo mejor que podemos hacer es aprender de ello.
- Educarles en el esfuerzo y la perseverancia. Es positivo que nuestr@s hij@s aprendan desde el principio que para conseguir nuestros objetivos tenemos que esforzarnos y no rendirnos ante el primer obstáculo.
- Favorecer la independencia. Ya sabéis que éste es uno de los pilares fundamentales en Montessori, crear un ambiente preparado en el que el/la niñ@ pueda desenvolverse con la mínima ayuda del adulto. Esto les permite conocer y desarrollar sus capacidades, aprender mediante ensayo y error, y aprender a tolerar la frustración en un entorno seguro.
- Establecer objetivos razonables. A veces l@s niñ@s se frustran porque las personas adultas les ponemos objetivos que no son razonables para su edad o su madurez. Establecer objetivos razonables ayudará a evitar frustraciones innecesarias y les permitirá aprender a ponerse sus propios objetivos razonables.
La tolerancia a la frustración es una actitud y una habilidad que se puede trabajar desde la más tierna infancia y que acompañará a tus hij@s toda su vida y les permitirá enfrentarse con éxito a las dificultades. Merece la pena trabajarla, ¿verdad?