Hace tiempo escribí el post “La importancia de no interrumpir”, y sigue siendo unos de los más leídos del blog. En él comentaba entre otras cosas cómo la concentración de los bebés es constantemente interrumpida por adultos (y niños, por ejemplo sus hermanos y hermanas) que con la mejor intención del mundo distraemos su atención hacia otra cosa.
Me encanta ver cómo Sara fija su atención en sus móviles, en su imagen en el espejo, en las hojas de los árboles o en ciertos objetos de la casa; me parece estar viendo cómo detrás de esos ojos tan atentos su cerebro realiza conexiones neuronales a toda velocidad.
A veces es difícil no romper esa concentración, especialmente cuando hay más gente alrededor, pero siempre que puedo intento evitar distracciones innecesarias en esos momentos de atención profunda, porque se trata de los cimientos para construir una buena capacidad de concentración que será una herramienta imprescindible a lo largo de toda su vida.
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Some time ago I wrote the post "The importance of not interrupting," and it's one of the most popular posts in the blog. I discussed about how the concentration of babies is constantly interrupted by adults (and children, his brothers and sisters example) who with the best of intentions distract baby's attention elsewhere.
I love watching Sara as she focuses her attention on her mobiles, her reflection in the mirror, on the leaves of trees or certain household objects; it's like I can see how behind those attentive eyes her brain is making neural connections at full speed.
Sometimes it's hard not to break that concentration, especially when there are more people around, but whenever possible I try to avoid unnecessary distractions in those moments of deep attention, because they are the foundation to build a good attention span that will be an essential tool throughout her life.